Siempre se trata de las personas, no hay otra forma
Según Keith, su éxito no tiene secretos. La magia no existe, no hay bala de plata y nada es gratis.
Por supuesto que el arduo trabajo es el precio de la entrada, pero como él dijo, "cuento con personas excelentes al frente de todas estas empresas. Mi fuerza motriz está en las personas que contraté. Me encanta observarlos crecer y triunfar y, llegará el día en que me veré rodeado de muchos empleados que han estado con nosotros entre 15 y 20 años".
Continúa, "puedo garantizarle que esa no es la regla en nuestra industria. Mi consejo siempre será: contrate a las personas más talentosas que pueda encontrar y trátelas bien por el período que dure su empleo. Y nunca olvide hacer lo correcto todos los días".